viernes, 15 de mayo de 2015

Transporte Multimodal: El Metro un Nuevo proyecto de la ciudad

Uno de los grandes problemas de los bogotanos es la movilidad. Campaña tras campaña se ha prometido la construcción del Metro de la ciudad: Lo prometió Pastrana, también Samuel Moreno y lo propio hizo Gustavo Petro. Político bogotano que se respete, habla y promete Metro, es una moda. Quien hable contra el Metro pierde votos, se le tilda de atávico y, por qué no, falto de visión.

Se estima que la primera línea de Metro para Bogotá tendrá un costo, para nosotros los contribuyentes, de 15 billones de pesos; su construcción no será superior a 6 años y será subterráneo. ¡Una machera! Bienvenidos al siglo XXI. Sin embargo, y dado el talante de seriedad de la familia Indoamericana, vale la pena reflexionar sobre algunos aspectos. El primero tiene que ver con la experiencia del Metro de Medellín, cuya construcción duró más de 15 años, costó dos veces su valor inicial y la ciudad pignoró sus rentas de gasolina y tabaco por 85 años. No fue un Metro subterráneo, sino elevado, que es más económico en su construcción; también tengamos presente que el Metro de Medellín es cinco veces menor al que se pretende construir en Bogotá.

Un segundo aspecto es la ley de transporte masivo, cuyo objeto es la financiación del 70% por parte de la nación a todo proyecto de transporte masivo en las ciudades de Colombia. Hoy, ese fondo no cuenta con más de 4 billones de pesos para todas las urbes de la nación y, para nadie es un secreto, que el actual gobierno tiene un déficit de 12 billones de pesos, causados por la caída del precio del petróleo; como tampoco hay con qué pagar a los maestros de escuela pública, ni con qué subsidiar a los campesinos y la industria cuando entren a fondo los tratados de libre comercio. Entonces, ¿de dónde va a financiar la nación el Metro de Bogotá?. Por último, quisiera dejar unas cuentas para la reflexión: TransMilenio fue concebido para tener ocho fases, se supone que para el año 2010 ya debían estar terminadas seis, estamos en el año 2015 y sólo llevamos tres fases. Con todo y la negligencia de estos tres últimos gobiernos distritales en el avance de TransMilenio, el sistema transporta más de 2.5 millones de pasajeros al día, la primera línea del Metro no transportaría más de 400.000 pasajeros por día. La troncal de la Av. 68 y de la Av. Boyacá valen 1.4 billones de pesos y pueden movilizar 1.3 millones de pasajeros al día. Los Metrocables de Ciudad Bolívar, Usme, San Cristóbal y Santa Fe cuestan 800.000 millones de pesos y movilizarían 1 millón de personas al día. La Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) comunicaría el sur y occidente de Bogotá, descongestionaría principalmente la carga pesada que ingresa a la ciudad y tendría un costo de 1.2 billones. El tren de cercanías movería 128 millones de pasajeros por año, facilitaría la movilidad en el norte y occidente de la ciudad y tendría un costo de 2 billones de pesos.

Si con mucho menos de la mitad de lo que cuesta la primera línea del Metro, se construye todo lo anterior, podemos preguntarnos: ¿Queremos Metro o queremos solucionar el problema de movilidad de los bogotanos? La moda y lo popular no van con todo el mundo… ni con todas las ciudades.


Justo Hernando Murcia Pulido    

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